sábado, 12 de diciembre de 2009

Puse sorpresas, y recibí otra mejor

Al día siguiente de inaugurar la sección "El Archivo Sorpresa", me llega una a mí, y espero que a todos: dos comentarios de Anahí M. Llanes. Es una joven de 15 que se asoma al mundo de la Filosofía. Es decir, no todo está perdido.
Los medios de propaganda nos siguen bombardeando con la idea de que los jóvenes son igual a música, aritos, drogas y superficialidad. Y también, cosa significativa, el 80% de la publicidad de esos mismos medios apunta a los mismos jóvenes, queriendo que consuman cualquier porquería.
Y podemos ver que la Humanidad tiene esperanzas con personas como Anahí, que a sus 15 años se ocupa de un blog y en él filosofa.

Véanlo: http://el-mundo-de-anahi.blogspot.com
Y también el excelente http://salvemosalplaneta-lawebdeanahi.blogspot.com

Anahí quiere filosofar y lo hace.
Es decir, aún no tiene edad para la Facultad. Puede en su momento ingresar y terminar la carrera. Puede doctorarse incluso. También puede no hacer nada de eso. Puede terminar hundida en la locura. Puede ocupar el resto de sus días en cuidar una casa y 8 hijos. Puede tantas cosas.
Pero, cosa admirable, se atrevió. En un momento de su corta vida se encendió la chispa sagrada en su ser y eso, lo afirmo, no se apaga jamás. Ella pudo ver esa chispa y siguió su luz pequeña, parpadeante y esquiva.
Hizo lo que hicieron todos aquéllos grandes que posibilitaron que el hombre sea un poco menos cavernícola. ¿Y qué fue lo que hizo? Siguió la luz.

Leámosla para respirar frescura.
Sus comentarios están en las entradas "Inseguridad y lavado de cerebro" y en "Todos somos filósofos".

Gracias a Anahí y a todos ustedes.

1 comentario:

  1. Luis:

    Gracias a vos por tener en cuenta mi humilde aporte para un mundo mejor, una sociedad más pensante, un ser humano más libre.

    Para mí es un placer contar con personas como vos que nos guía -especialmente a nosotros, los jóvenes- a transitar en aquel camino olvidado y abandonado por muchos, que es, ni más ni menos, la búsqueda de la verdad. Sí, la verdad, la única la que reinó desde siempre pero nadie la encontró. La que rige nuestra historia e identidad. La que construye día a día un nuevo sentido común, aquel que necesitamos para volver a visualizar nuestro entorno y concebir las cosas de una manera distinta a la que nos imponen.

    Porque en un mundo donde casi todos aceptan a rajatabla lo que nos sentencian, donde muchos están contentos de tener que obedecer y renunciar a su criterio y a su libertad, donde no importa el por qué de las cosas y los actos, sino hacerlo porque todos lo hacen, donde estamos muy ocupados en consumir y gastar y por eso no nos detenemos en lo esencial, en la vida misma… yo elijo pensar, reflexionar, opinar, y sacar conclusiones por mí misma. Porque como bien me dijo aquella persona que me presentó a la Filosofía, ‘es mejor no saber nada que saber mal’.

    ¿Sabemos algo realmente? ¿Qué?

    Estoy buscando esa respuesta, con ese amor y entusiasmo que me moviliza, el Amor a la Sabiduría.

    Saludos.

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