jueves, 6 de agosto de 2009

¿NOTASTE QUÉ TRISTE QUE ESTÁ...?

Hola hijos míos. Hoy les escribo con un dolor muy fuerte, la tristeza me invade, veo día a día cómo unos pocos me roban, me quitan ese sueño de poder ser quien les de ese hogar que siempre quisieron tener.

Hoy me encuentro enferma, porque sus hermanos, unos pocos, no me cuidaron y estoy infectada de un virus que se desparrama por toda mi estructura. Espero que me ayuden a curarme, no quiero perder más hijos.

Sé que algunos de mis hijos pueden hacer un cambio por mi. A ellos les pido que por favor no me dejen, que confíen, que tengan fe, que ésto cambiará...¡para ésto necesito de ustedes!.

Hijos míos necesito de su participación, no sé cuánto tiempo más pueda soportar ésto. Si bien no pasé por una bomba atómica...les juro que hoy estoy más destruída que muchas colegas que lo pasaron...¡Y desde ustedes, hijos míos, comienza el cambio para que yo pueda estar mejor!.

No quiero que vivan de rencores. Si ven que me roban, sólo denuncien; para eso están las leyes que sus hermanos crearon. Y si las tienen que modificar...aporten, no se queden cruzados de brazos.

No recuerdo mi última alegría. Creo que fue por el 78 o el 86, no lo recuerdo. Quiero mirar para adelante, quiero creer que alguno de ustedes logrará ese cambio que necesito, ¡porque así no podemos seguir!. Tienen la inteligencia y la capacidad para poder sacarme adelante. ¡Recuerden que tengo toda la poca fe que me queda depositada en ustedes!.

Bueno hijitos, los voy despidiendo, ya que es de noche, sus hermanos duermen y espero pronto estar mejor. Sólo quería que supieran mi inquietud, que no estoy bien ¡y que de ustedes depende que yo esté mejor.

Me despido esperanzada.
¡LA ARGENTINA!

Reflexión de LUCIANO SOSA.